jueves, 16 de abril de 2009

Perfil del fujimorista sincero

Hay un tipo de fujimorista que no es congresista del partido naranja, y que, en general, no tiene intereses económicos directos para ser fujimorista, y que hoy día prentederé analizar. Es el fujimorista sincero.

Es una persona difícil y compleja de describir, y por generalizar puedo caer en errores. No soy psicólogo por cierto, aunque atribuyo muy poco valor científico a esa ciencia, así que de todas formas intentaré hacer una descripción.

Hay que ver al fujimorista sincero dentro del contexto histórico en el que ha vivido. El fujimorista sincero ha vivido durante cinco años en el desastre económico del primer gobierno de Alan García, y viene con la incertidumbre y la inseguridad que ha provocado también el terrorismo en aquellos años. Viene además de un régimen que, hay que rescatar, fue democrático, y la prensa pudo en mayor o menor medida denunciar a diestra y siniestra lo que consideró corrupción, excesos y demás. La prensa pudo criticar libremente (siempre dentro de las limitaciones de la democracia peruana) la hiperinflación, la estatización de la banca y la reducción del PBI, e incluso lo del frontón, y así el ciudadano peruano pudo llevarse una perfecta y justa mala opinión de la situación en ese entonces.

Luego del gobierno de García, el fujimorista sincero elige a un Fujimori irresponsable e inexperto, contra la opción a todas luces mejor que representaba Vargas Llosa. Y lo elige por una mayoría abrumadora. El fujimorista sincero ve entonces cómo se construyen carreteras con el dinero de la privatización, cómo se alimenta a la gente pobre con el PRONAA y el Vaso de Leche, cómo se encarcela la cabeza el terrorismo con la ayuda de un comando valiente e ingenioso de policías; en resumen: cómo se pacifica medianamente el país y mejora la economía con el plan robado a Vargas Llosa.

El fujimorista sincero no ve la relación entre el gobierno y los excesos cometidos en la lucha contra el terrorismo, conoce muy poco acerca de la relación entre Vladimiro Montesinos y Fujimori, sabe casi nada acerca de los secuestros cometidos durante el autogolpe, o acerca del paso de una y mil personalidades por la salita del SIN. No ve todo esto por una sencilla razón: la prensa está comprada durante el gobierno de Fujimori. Y no sólo esto: existen comandos de aniquilamiento por aquí y por allá que pueden desaparecer a cualquiera; el gobierno controla el poder judicial y puede meter a la cárcel a quien sea; el gobierno controla los canales de TV y con la ayuda de la prensa amarilla puede malograr la reputación de cualquiera; y además, manipula el congreso y todas las leyes que salen de él son para su beneficio. En resumen: se acabó la democracia y no hay quién denuncie las atrocidades de la dictadura de turno. Así, el fujimorista sincero ve fugar a Fujimori del país y se va con la idea de que el gobierno de Fujimori fue el mejor que hubo. Esto es, porque sólo tiene otro pésimo gobierno con qué contrastar: el de Alan García.

Luego viene la transición de Paniagua y otro pésimo gobierno en términos de la imagen corrupta que se granjeó otra vez el Estado, y de la inequidad para el reparto de la riqueza: El gobierno de Toledo. Sin embargo, hay democracia, y aún más libertades que en el gobierno de García. La prensa esta vez es especialmente dura con Toledo, y los rezagos de la prensa chicha de Fujimori atacan con todo. El fujimorista sincero llega al segundo gobierno de García y ve una situación similar. Conclusión: el gobierno fujimorista, donde no hubo crítica libre, es el mejor gobierno de la historia. Keiko lo confirma.No nos podemos sorprender ahora entonces del masivo apoyo a Fujimori y a su hija. Esta vez no es que los peruanos sean desmemoriados, como sucedió en el caso de la segunda elección de García (aunque también hay un componente de aquello). El caso es que el fujimorista sincero ha hecho un simple contraste. Puede atribuirse, además, a su ignorancia, pero no una ignorancia total, pues he visto fujimoristas sinceros un poco inteligentes y hasta educados, sino a una ignorancia selectiva. Hay cosas específicas del gobierno de Fujimori que nunca se han llegado a saber, por esa falta de prensa libre, y sólo los que las intuían y veían la pus salir por los poros están hoy en día salvados.

El término fujimorista sincero se aplica, pues, a este tipo de personas, que hoy en día son muchas. Así como el término hitlerismo, chavismo, o maoísmo, el fujimorismo es el culto al hombre, al líder. El líder es intocable, es sagrado. Es peligroso cuando un movimiento lleva el nombre de una persona de esa manera. La historia lo confirma.

Estimado lector: Si deseas comentar el artículo, ya sea de manera neutral, positiva o negativa, primero respira profundo, y luego critica libremente, pero sólo las ideas. No ataques a la persona. Demos muestras de que nuestro país es democrático y está desarrollándose.

2 comentarios:

  1. fujimori hasido el mejor presidente del peru un hombre que saco adelante al peru aunque cometio errores , pero ha sido el mejor presidente del peru y apoyo tu comentario.

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  2. El Fujimorista ve sólo lo bueno y no acepta la triste realidad de que su líder fue un ladrón y cobarde - que hizo cosas buenas, nadie lo niega - que tuvo que renunciar por Fax desde Japón.

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